martes, 20 de enero de 2009

La voz sostuvo al tango


La poesía no es lo mío y tal vez nunca lo sea, pero tal vez el haber estado en una de las butacas del auditorio de la Alianza Francesa, el pasado jueves, escuchando al grupo guayaquileño Le Tango movió en algo esa fibra de apreciador de la lírica musicalizada. Y es que la lírica es muy musical desde que se escribe hasta que se declama y Eloy Velásquez, voz y ¿líder? de Le Tango supo imprimir sus particulares timbre y tono de voz para interpretar tangos de los verdaderos maestros –no como aquel par de locutores radiales que se autotitulan así descaradamente en un comercial de cerveza-.
El concierto no solo destacó la voz de Velásquez, su dominio escénico y su habilidad para ganarse al público como improvisado maestro de ceremonias que explicaba el porqué de un guayaquileño apasionado con el tango, la historia de los temas y de los grandes detrás de esas desgarradoras tonadas, sino también el talento de Fernando Pérez, quien hizo hablar al piano y por ello se le dio 3 temas solo para su compañero.
El guitarrista Aldo Jalón y el violinista Diego Terán tuvieron menos participación que la voz y el piano, pero supieron impregnar de sentimiento las interpretaciones que Velásquez hizo de Adiós Muchachos y Volver (si mal no recuerda este espectador uno de los primeros temas que el grupo interpretó al indicar su trayectoria profesional, como dijo Velásquez esa noche). Pero, al final serían la voz y el piano los que coronaran una noche de excelentes interpretaciones de música “porteña” con los temas Nostalgias y Cambalache, el primero para satisfacer el pedido del público por un tema más, y el segundo porque el público quería específicamente ese tema y Velásquez no pudo negárseles.
Una noche de buena música, amigos, amantes del tango, un público que aplaudió cada interpretación hasta que sus manos se pusieron rojas y de 4 músicos en escena ataviados con ropa negra de pies a cabeza, pero muy sobrios y profesionales en cada sentimiento inyectado a sus interpretaciones de los tangos de siempre. Faltó la presencia de Christian Claverol, tecladista invitado, como se había anunciado previo al concierto. Luego de aquello solo me queda el recuerdo de su sonido y el alma impuesta al poner a consideración del público, Vuelvo al sur. A Le Tango le deseo mucha suerte para marzo de 2009, cuando participen en la 8ª Cumbre Mundial del Tango que se desarrollará en Argentina, con temas inéditos. (Walter Franco)

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