Instituciones independientes de Guayaquil y Quito agitan la gestión cultural desde hace más de 30 años.
La Alianza Francesa de Guayaquil tiene un cronograma regular en teatro, música, pintura y literatura. En el año 2002, organizó 149 eventos y el año pasado la cifra se triplicó rompiendo un récord: 324 actividades, que convocaron a 50.574 guayaquileños, una cifra mayor a la cantidad de personas que visitan el Museo Municipal de la ciudad, al año.¿Cómo es que ciertas instituciones han logrado gestionar todos sus eventos con poco presupuesto y posicionarse como centros culturales en la comunidad? La Alianza tiene un público cautivo que, según Danny Arteaga, director del área cultural desde hace seis años, es el resultado de un proceso y de la constancia, que se remonta a 1958 cuando se creó una asociación llamada Amigos de Francia, conformada mayoritariamente por los herederos de los hacendados cacaoteros del país, que se fueron a estudiar a Europa y se acostumbraron al despliegue cultural de allá. “Cuando volvieron no tenían nada que hacer y decidieron formar este grupo que se dedicó a la difusión de la cultura francesa”.Diez años después, la Alianza Francesa principal, ubicada en Francia, les otorgó el aval para llamarse AF de Guayaquil. Según Arteaga, esta institución es una asociación guayaquileña de derecho local y no una dependencia de la Alianza principal. “Tiene una representación y el trabajo se lo orienta, de cierta manera, acorde con el exterior, pero es totalmente independiente”.
El departamento de Difusión Cultural funciona de manera casi autónoma: el 98% de sus actividades son autofinanciadas
El departamento de difusión cultural funciona de manera casi autónoma, ya que el 98% de sus actividades son autofinanciables. “Hace algunos años nos destinaban el 8% del presupuesto, el año pasado el 3%”, asegura Arteaga y explica que el financiamiento se logra gracias al sistema de canjes con que trabajan. Este programa consiste en que la Alianza prestas sus instalaciones para organizar alguna actividad y recibe algún beneficio cultural a cambio.“Hace algún tiempo el grupo teatral Sin preámbulos ensayaba aquí y en recompensa ofrecía un taller de teatro para los alumnos de la institución”.El 40% de la taquilla de cada espectáculo se queda en el departamento cultural de la Institución. El costo de las actividades oscila entre los US$ 5 y US$ 10.En Quito, la Alianza Francesa posee una de las galerías de arte más tradicionales de la ciudad. En sus salas se han exhibido las obras de varios de los más importantes artistas nacionales. Para la elaboración de la programación de este espacio, la entidad cuenta con un comité de selección de obras. “No tenemos la misma meta que otras salas de exhibición que, por ejemplo, solo aceptan arte contemporáneo, en nuestro caso somos más abiertos y tratamos de responder a todos los públicos”, explica Benedicte Geneste, directora cultural de Quito. Además, su papel en la difusión de la música ecuatoriana joven ha sido fundamental, con la organización de la Fiesta de la Música todos los años. En el caso de esta institución, todas las actividades están financiadas por el Ministerio Francés de Relaciones Exteriores, aunque según la directora cultural, para el próximo año han sufrido un recorte de presupuesto, lo cual incidirá en la cantidad de actividades que realizan.Además de gestionarse recursos propios, estas instituciones poseen un aparato administrativo muy liviano que les permite una rápida respuesta y capacidad de decisiones ágiles.El Instituto Cultural de la Asociación Humboldt con apoyo del Centro Goethe es otra de las entidades generadoras de actividad cultural en Quito. Este año hizo 50 actividades culturales. Ofrece talleres permanentes en fotografía, literatura, tango, cine. Todo esto pese a no tener un presupuesto fijo. Geovanny Villegas cree que uno de los fuertes del Instituto Cultural es que pertenece a la Red Ecuatoriana de Teatros, ya que su sala Studio Theater se ha consolidado como un espacio importante de difusión de las artes escénicas. No obstante, cree que por este mismo motivo no pueden atender a toda la demanda de grupos teatrales que quisieran acceder a este espacio.Ambas entidades trabajan estrechamente con sus respectivas embajadas y colaboran con festivales de cine como el Eurocine, que se desarrolla en las salas de cine OchoyMedio. La labor de difusión cultural de las dos instituciones es imprescindible en la ciudad. Han sido responsables, en muchos casos, de brindar el acceso a la población de producción cultural nacional e internacional de gran calidad. Es el caso de los conciertos de jazz de Erick Truffauz, el homenaje a Olivier Messiaen, el espectáculo Convergente 1.0 de Adrien Mondot, apoyados por la Alianza Francesa.Anne Costa, encargada de cultura del Centro Cultural Ecuatoriano Alemán, resalta el trabajo de institucionalizar el festival audiovisual Ambulart. En el auditorio del CCEA entran 100 personas y en el 90% de las ocasiones no se requiere ningún micrófono, un hecho que seduce a los artistas.
Salas que siempre se llenanEl concierto de Ryuhei Kobayashi por sus 30 años de vida artística en el CEN (19 de junio) congregó a 400 personas aproximadamente. El lanzamiento del Poemario Cuerpos Guardados de Maritza Cino (24 de junio) se realizó en el auditorio ante 350 personas. El año pasado este centro auspició la obra del Dr. Fernando Itúrburu, Rumor de Inventario, que se presentó en la Biblioteca con105 personas aproximadamente.Para la presentación del libro de fotografías Ecuador 25 años dando vueltas (6 de noviembre) se esperaba un máximo de 200 personas y en el registro de los guardias de seguridad se calculó la asistencia de 285 personas aproximadamente, sin contar a los estudiantes que salían de sus clases y subían al auditorio. Esa noche se expuso las fotografías incluidas en el libro y algunas postales de los hermanos Bolo y César Franco, además de contar con la presencia de Héctor Napolitano y Guayabera Banda, quienes interpretaron jazz y blues. Durante el 2008, el coro registra, de acuerdo a su director, Fernando Gil, unas siete u ocho presentaciones, además de haber participado en diversos eventos y los principales festivales corales de la ciudad. Gil sostiene que ya está dándole los toques finales a la programación del próximo año.